domingo, febrero 12, 2006


Parte II: Las Consecuencias

….Al descubrirlas, me encuentro. Por fin el encuentro que esperé, por el que desperté y tomé la espada…
Tomo conciencia de mí, y de mi humanidad.
Y dejo los sueños…me hago responsable de mis dragones.
Al carajo mi hombre castaño, ese que mi alma inventó para paliar soledades, te prefiero de piel.
De vida, el quererte, de miedo, de pasión y de ternura el quererte. De error y de dolor el quererte. De paz y de calma es también el quererte.
Y de quererte son también tus batallas perdidas.
No acepto, por tanto, ser mujer de sueños, pues sería una ofensa a esas mujeres en mí, que aun siendo de tierra y de piel, son bellas y dignas de amor.

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