Clara-Mente

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Me refugio en la palabra escrita, porque me protege de mi necesidad de defensa, que trastoca las palabras y me enmudece.

Me ha pasado ultimamente que he sentido la necesidad de defenderme de ti lector, de ti y tus palabras, o de tus formas. Siento mi alma vulnerable....mi piel en carne viva.
Este año, como un gran kafka. Miles de mujeres que despiertan en mi. Son esas formas que con el tiempo se han reprimido, que malamente he aprendido a matar.
Aún asi, todavía no se consolar a la niña adolorida y avergonzada que fui.
Emociones del pasado se vuelcan al consciente, dejándome alelada.
Y como no contártelo, lector, cómo no buscar que me entiendas, si has sido parte importante de todo esto, y has tenido que vivir tambien las partes amargas. Doloroso esto, alimento de dragones.

Y es lo que soy, en esta parte de mi vida, es lo que me corresponde, mi proceso.

La objetividad de la cual me hablan es para mi solo una parte, una bien delimitada parte de nuestra persona. Una sobreestimada parte.
Nos la entregan desde pequeños, para evitar la ambigüedad de nuestros lados sensibles. Esos que al fin, nos diferencian unos de otros.
Por mi parte, la objetividad ha sido mi mejor herramienta contra el miedo a la locura.
Y ya estoy harta de miedos heredados.

Reivindico lo que siento. Mi Ser-Mujer.

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